Fisioterapeuta en Bruxismo y en solucionar el dolor de Mandíbula

Cada vez más personas en nuestra sociedad sufren de estas afectaciones y la fisioterapia se presenta como la especialidad más efectiva para resolver síntomas como dolor, bloqueos al abrir o cerrar la boca, ruidos y clics articulares, fatiga en los músculos de la masticación, etc.

Diagnósticos más comunes vinculados al dolor de mandíbula

Algunas de las afectaciones de la mandíbula más comunes que tienen su tratamiento en la fisioterapia especializada serian el dolor de la articulación temporomandibular o también conocida como ATM o el Bruxismo.

Cada vez más personas en nuestra sociedad sufren de estas afectaciones, y a pesar de que las razones sean múltiples, la fisioterapia se presenta como la especialidad más efectiva para resolver síntomas como dolor, bloqueos al abrir o cerrar la boca, ruidos y clics articulares, fatiga en los músculos de la masticación, etc. Además, el dolor en la ATM puede tener varios orígenes por lo que el fisioterapeuta especialista será el encargado de detectar el origen y proponer el tratamiento manual y de ejercicio más adecuado. De entre estos orígenes, las contracturas musculares, los desplazamientos del disco de la ATM, las luxaciones o subluxaciones en la ATM, así como la irritación de algunos ligamentos o el atrapamiento de nervios son las causas principales de dolor de mandíbula.

Otras causas con las que habitualmente se confunden estos dolores son el dolor de muelas, especialmente de las muelas de juicio, y el dolor por infección de oído (otitis). Cuando existe dolor en la mandíbula o en el oído, y el odontólogo o el otorrino descartan afectaciones en dientes u oído, el profesional al que se debe acudir es el fisioterapeuta especializado mandíbula.

La fisioterapia especializada en la región mandibular, o también conocida como fisioterapia de la ATM, utiliza herramientas como la terapia manual, el masaje, la punción seca y varias estrategias de ejercicio para el tratamiento y resolución del dolor en la ATM, los bloqueos mandibulares o las luxaciones de disco.

Por otro lado, muchos pacientes son diagnosticados de bruxismo por su odontólogo y tratados mediante férulas de descarga.

El bruxismo es la actividad involuntaria de los músculos de la masticación durante la noche o durante el día, que puede llevar a apretar o rechinar los dientes, y que frecuentemente se diagnostica a través de los signos de desgaste o apretamiento en los dientes o la cavidad oral.

Si bien es cierto que el bruxismo se expresa en la boca, el tratamiento odontológico es solamente preventivo, es decir, evita que los efectos del bruxismo sean mayores, pero no resuelve el bruxismo.

La fisioterapia especializada se centra en resolver el problema, añadiendo estrategias de ejercicio para disminuir la actividad de los músculos masticatorios. Por otro lado, algunos de los síntomas del bruxismo como puede ser el dolor o la fatiga de los músculos maseteros o temporales, así como la dificultad o rigidez para abrir la mandíbula o algún dolor de cabeza puede tratarse adecuadamente con terapia manual.

ATM mandíbula

La articulación de la mandíbula, conocida como ATM es el eje de movimiento de la propia mandíbula y es motivo de algunas patologías que pueden causar disfunción mandibular, provocando discapacidad para realizar funciones tales como bostezar, realizar una mordida grande, masticar alimentos duros o resistentes. Además, pueden afectar a actividades de la vida diaria como hablar o interferir en las relaciones sociales o amorosas.

La ATM es una articulación sinovial, formada por los huesos mandibular y temporal, está recubierta por una cápsula articular, entre medio de los huesos encontramos el disco que se estabiliza a través de ligamentos y esta articulación se moviliza gracias a la acción combinada de los músculos maseteros, temporales y pterigoideos principalmente, aunque participan muchos otros. La acción combinada de todas estas estructuras nos permite desarrollar las funciones mandibulares necesarias. Cuando estas estructuras se deterioran o entran en disfunción es cuando corremos el riesgo de sufrir dolor u otros síntomas como bloqueos o ruidos articulares.

Las patologías relacionadas con la ATM afectan cada año entre un 4 y un 12% de la población entre 20 a 40 años. Es muy común visitar a un odontólogo cuando se padece dolor de mandíbula o a un otorrino, ya que puede confundirse con un dolor de oído. No obstante, el diagnóstico debe realizarse por un profesional experto en la materia, ya sea odontólogo, fisioterapeuta o otorrino.

Actualmente, en los planes de estudio de los grados en odontología, fisioterapia o en la especialidad de otorrinolaringología no se profundiza en el diagnóstico y tratamiento de estas afectaciones, con lo que el profesional capacitado ha realizado formación específica en este ámbito después de los estudios universitarios.

El dolor o disfunción de la ATM puede tener causas diferentes, y es el diagnóstico por parte de un experto el que puede determinar cuál es la afectación de la mandíbula.

A continuación, se expone un breve resumen de las posibles causas de dolor o disfunción de la ATM:

• Alteraciones del disco y el cóndilo: desplazamiento o luxación de disco, con y sin reducción, síndrome del disco adherido. Estas situaciones pueden provocar dolor en la ATM, ruidos articulares o bloqueo para abrir mandíbula.
• Alteraciones cápuslo-ligamentosas: capsulitis, sinovitis, inestabilidad o exceso de mobilidad de la ATM. Estas condiciones de salud cursan con dolor local o difuso, siendo posible sentir los ruidos o bloqueos en el momento del cierre de la boca, causando sensación de inestabilidad de mandíbula. Los ruidos suelen parecerse a crepitaciones gruesas más que a clics articulares.
• Patología inflamatoria o degenerativa: Las patologías inflamatorias o degenerativas como la artritis o la artrosis de la articulación de la mandíbula respectivamente, pueden cursar con dolor, crepitación fina de aparición progresiva y puede haber limitación de la apertura progresiva con la artrosis, y brotes de inflamación, dolor y rigidez en la artritis.
• Dolor en los músculos maseteros, temporal o pterigoideos: Lo que se conoce popularmente como contractura muscular o síndrome del dolor miofascial de los músculos de la masticación. El dolor muscular o incluso la disfunción muscular puede dar lugar a dolor, fatiga masticatoria o rigidez en la apertura de la boca.
• Cefalea atribuible a la ATM: Tal puede ser el problema articular o muscular de la ATM que éste puede derivar a dolor de cabeza. Este dolor de cabeza aparece generalmente después de masticar o por la mañana de forma transitoria, aunque puede aparecer con otras presentaciones.

Las causas más habituales de estos problemas pueden ser muy variables:

• Traumatismos practicando deportes de contacto (baloncesto, hockey, balonmano, fútbol o artes marciales).
• Procedimientos odontológicos largos o con complicaciones.
• Trastornos de la masticación o su musculatura (p.e. bruxismo)
• El estrés sumado a uno de los factores anteriores.

¿Quieres sabes más?

Los problemas de la articulación temporomandibular o ATM pueden ser muy rebeldes si no se controlan todas las variables que participan. La mandíbula tiene múltiples funciones y por lo tanto, la ATM y sus músculos necesitan de muchas capacidades para llevar a cabo todas sus funciones. Si quieres comprender un poco más cómo funciona la ATM y cómo se clasifican las patologías de la ATM no olvides pasar por nuestro Blog:

• La paradoja de la ATM: Más patología, mejor función.
• Los criterios diagnósticos de los trastornos temporo-mandibulares (DC/TMD).

Bruxismo

El bruxismo está definido como la actividad involuntaria de los músculos de la masticación y se asocia a varios síntomas en la región mandibular.

Diferenciamos el bruxismo según si se produce durante el sueño (Bruxismo Nocturno) o durante la vigilia (Bruxismo Diurno).

Es importante conocer que todos los humanos apretamos los dientes en algún momento. Lo importante es conocer con qué frecuencia e intensidad lo hacemos y cuáles son los detonantes que nos llevan a apretar.

El bruxismo puede estar asociado con un mayor riesgo de padecer dolor muscular, dolor en la articulación temporomandibular (ATM) o un empeoramiento de la calidad de vida relacionada con la salud oral.

Los síntomas asociados al bruxismo nocturno suelen aparecer por la mañana y ser transitorios o disminuir durante el día, aunque pueden ser persistentes en ocasiones. Estos síntomas pueden ser, dolor o fatiga mandibular, dolor de cabeza, o dificultad para abrir la mandíbula en los primeros minutos u horas de la mañana.

Habitualmente, en una primera visita a un odontólogo, se identifican los signos de apretamiento y desgaste dentario, como pueden ser el aumento del tono o contracturas musculares de los maseteros, o del músculo temporal, sensibilidad al aire o líquidos fríos en la boca. Estos signos no necesariamente implican que una persona sea bruxista, puesto que pueden ser causa de un período de bruxismo pasado y en la actualidad no lo sea. De hecho, el 80% de las personas con signos de desgaste, en realidad no son bruxistas en la actualidad y una posible explicación es que lo hayan sido en el pasado. A pesar de ello, presentar estos signos es un motivo para realizar una exploración en mayor profundidad analizando otras variables que mediremos en consulta de fisioterapia especializada.

En el bruxismo diurno los síntomas son muy parecidos al bruxismo nocturno, pero estos están más relacionados con momentos de percepción de estrés en situaciones concretas como el trabajo, relaciones sociales u otras situaciones.

Las causas del bruxismo pueden ser múltiples, pero la más estudiada cuando se trata de bruxismo primario, es decir, que éste no está provocado por la ingesta de fármacos u otras substancias, es el estrés y la ansiedad. Cuando nos estresamos puntualmente o vivimos una situación de estrés constante, las neuronas que envían señales a los músculos de la masticación pueden excitarse, produciéndose así una contracción de esta musculatura. Esta contracción parece estar asociada a una disminución de los marcadores de estrés en el cerebro, en la sangre y en las células inmunitarias, de manera que el bruxismo es una forma de atenuar el estrés. Las personas que padecen de bruxismo moderado o severo es conveniente que sigan estrategias de afrontamiento del estrés. Dentro de estas estrategias se encuentra el ejercicio, que será útil siempre que esté bien pautado por un profesional experto en fisioterapia mandibular y ejercicio terapéutico.

La fisioterapia especializada en bruxismo se enfocará en tratar los síntomas como el dolor mandibular, las contracturas o la tensión muscular en primer lugar y, posteriormente, enseñar como se pueden potenciar otras vías de eliminación del estrés fisiológico para disminuir así la actividad bruxista. El tratamiento de fisioterapia puede combinarse perfectamente con el tratamiento del odontólogo que pretende, por lo general, prevenir mayor desgaste y/o reparar el desgaste existente.

Para saber si puede estar padeciendo o no bruxismo, puede realizar el cuestionario de bruxismo auto-reportado disponible en el siguiente enlace:

Cuestionario de Bruxismo Autoreportado.

¿Quieres sabes más?

El bruxismo lleva estudiándose por la ciencia desde hace cientos de años, pero investigarlo ha conllevado múltiples dificultades y por esa razón existen muchos mitos que lo acompañan. Descubre mucho más visitando nuestras entradas del Blog respecto a este tema.

• Repensando el Bruxismo: Parte I. ¿Qué es y para qué sirve?
• Repensando el Bruxismo: Parte II. Diagnosticar el bruxismo.
• Repensando el Bruxismo. Parte III. ¿Se puede tratar? ¿Cómo?

Rehabilitación Post cirugía

Las cirugías de la región mandibular y del cráneo permiten reconstruir o moldear los huesos con finalidades muy diversas. Las más comunes son:

• Cirugías ortognáticas: Consiste nivelar o igualar las dimensiones del hueso de la mandíbula para que ésta tenga unas proporciones simétricas entre el lado derecho e izquierdo. Tiene como objetivo principal restablecer las funciones de la mandíbula a través de la simetría facial.

• Cirugías de reconstrucción facial post-traumatismo: Derivadas de accidentes de tráfico, esquí, bicicleta u otros. Normalmente las cirugías consisten en reparar el cóndilo de la mandíbula mediante con la ayuda de material de osteosíntesis o por prótesis de la articulación. Su objetivo es restablecer la asimetría facial y conservar las funciones y órganos craneales.

• Cirugías de resección de tumores: la extirpación o resección tumores de los huesos del cráneo, la lengua o la mandíbula pueden afectar tanto a la funcionalidad y capacidad de la región craneal y mandibular como a la calidad de vida en general. Desde la fisioterapia se evalúa la función y la capacidad de reestablecer o readaptar las funciones mandibulares básicas, buscando mejorar la calidad de vida relacionada con la salud oral de forma específica y la calidad de vida en general. En ocasiones, es habitual realizar cirugías de reconstrucción facial, estos casos también se beneficiarían de una rehabilitación guiada por un fisioterapeuta especialista en mandíbula.

Si bien es cierto que la simetría facial ayuda a muchos pacientes, la rehabilitación puede ser larga e insuficiente cuando no la supervisa un fisioterapeuta especializado. Después de una cirugía la rehabilitación debe enfocarse en la reducción del dolor y a propiciar una cicatrización adecuada de los huesos, al tiempo que se mejoran las funciones propias de la mandíbula de forma guiada y controlada.

Tales funciones son:

• La calidad masticatoria
• La resistencia masticatoria
• La fuerza máxima masticatoria
• La movilidad articular
• La sensibilidad a la presión

La fisioterapia especializada ofrece un tratamiento guiado para lograr que los pacientes que reciben una cirugía se sientas seguros en su recuperación, disminuyendo los riesgos y acompañándolos para que ésta sea completa.

¿Quieres sabes más?

Información adicional sobre cirugías ortognáticas y fisioterapia post cirugía secundado por entradas en el blog:

• Indicaciones para la cirugía ortognática: ¿Cuándo está indicada y qué riesgos-beneficios conlleva?
• Opciones quirúrgicas para la ATM: Cuándo y cómo.