El sueño (Parte 1)

El sueño (Parte 1)

DEFINICIÓN, REGULACIÓN, ARQUITECTURA Y EFECTOS

El sueño es un estado fisiológico de descanso caracterizado por la suspensión temporal de la conciencia y así como por la disminución de la actividad motora voluntaria. Durante el mismo, el cerebro experimenta cambios en sus patrones de actividad eléctrica y se producen diversos fenómenos fisiológicos, como la consolidación de la memoria y la restauración física y mental. Un buen descanso es un proceso indispensable para el funcionamiento saludable del organismo y es por eso que hay que cuidarlo siempre, sobre todo en situaciones de estrés, dolor o enfermedad, para que nuestro organismo disponga del contexto adecuado para afrontarlas.

El sueño se divide en ciclos que duran aproximadamente una hora y media. Estos ciclos incluyen las fases REM (Rapid Eye Movement o movimiento ocular rápido) y NO REM (NREM). Cuando se finaliza una etapa, empieza una de nueva, y así sucesivamente hasta la vigilia. La siguiente figura ejemplifica el ciclo completo desde una fase NREM hasta una fase REM, pasando por tres estados en el que el tercero hace referencia al sueño profundo (Deep sleep). Las siguientes dos figuras representan como se estructura o lo que es conocido como ARQUITECTURA DEL SUEÑO.

Ciclo NoREM - REM del sueño

Figura 1. Ciclo NREM-REM con los consecutivos estados. Este ciclo se repite cada 70-110 minutos hasta un total de 3 a 5 veces durante un período de sueño (Extraído de Lavigne et al. 2020).

Figura 2. Ciclos del sueño (I – IV) y sus ondas consecutivas NREM-REM (cajas negras horizontales). Durante el primer tercio de la noche las ondas lentas (stage N3 o deep sleep) son dominantes. Durante el último tercio de la noche, el estadio REM es mayor. MT: tiempo de movimiento; WT: Tiempo de vigília (Extraído de Lavigne et al. 2020).

En cada etapa, se suceden diferentes procesos que se analizan a continuación:

1. ETAPA REM: La etapa REM ocurre en ciclos a lo largo de la noche, y su duración aumenta a medida que avanzamos en el ciclo del sueño. En promedio, la primera etapa REM puede durar unos 10 minutos, aumentando hasta aproximadamente 90 minutos en la última etapa del ciclo. En esta etapa se suceden los siguientes procesos:

  • Movimiento rápido de los ojos: Estos movimientos están asociados con la actividad visual interna que ocurre durante los sueños.
  • Actividad cerebral similar a la vigilia: A nivel cerebral, la actividad durante la etapa REM es bastante similar a la vigilia en términos de patrones de ondas cerebrales. Sin embargo, los músculos esqueléticos principales están inhibidos, lo que previene la actividad motora voluntaria.
  • Sueños vívidos: Durante la etapa REM, la mayoría de los sueños que experimentamos son particularmente vívidos, coloridos y emocionalmente intensos. Esto se debe a la actividad cerebral intensa en áreas asociadas con la generación de imágenes, emociones y recuerdos.
  • Parálisis muscular temporal: Para prevenir que el soñador actúe sus sueños, durante la etapa REM se produce una parálisis muscular temporal conocida como atonía muscular. Esto impide la ejecución de los movimientos que podrían surgir de la actividad cerebral relacionada con lo que se está soñando.
  • Cambios en la frecuencia cardíaca, la respiración y la presión arterial: Con la función principal de optimizar todos los procesos en cada una de las fases.

2. ETAPA NREM: Durante la etapa NREM, el cuerpo pasa por diversas fases que se caracterizan por diferentes patrones de actividad cerebral y fisiológica. Estas fases se denominan N1, N2 y N3 o también conocida como sueño de onda lenta que se ha introducido anteriormente. 

  • Fase N1 (Sueño ligero)Esta es la transición inicial entre la vigilia y el sueño. Durante esta fase, puede ser relativamente fácil despertarse y es común experimentar sensaciones de flotación, pensamientos extraños o imágenes fugaces.
  • Fase N2 (Sueño intermedio)La fase N2 es un estado más profundo que la fase N1. Durante esta fase, se observan patrones de ondas cerebrales característicos, como complejos K y husos de sueño. Los complejos K son ráfagas de actividad cerebral que parecen estar relacionadas con la supresión de estímulos externos, en otras palabras, el cerebro presta menos atención a estímulos externos. Los husos de sueño son ráfagas de actividad de alta frecuencia que se cree están involucradas en la consolidación de la memoria lo que está muy vinculado a la generación de nuevas sinapsis neuronales o a la consolidación de las ya existentes. El cuerpo se relaja aún más durante la fase N2, con una disminución de la actividad muscular y la frecuencia cardíaca.
  • Fase N3 (Sueño de onda lenta): También conocida como sueño de onda lenta o delta. Esta es la fase mas profunda y reparadora de las fases NREM. Esta etapa es crucial para la restauración física y el crecimiento, ya que se liberan hormonas importantes, como la hormona del crecimiento. La fase N3 es más difícil de interrumpir, es decir, aquella en la que es más complicada que alguien se despierte. Además, es la fase en la que son más comunes los episodios de sonambulismo y habla.

Revertir la fatiga: Dormir permite que el organismo recupere los niveles de energía que le permitan funcionar unas horas mas.

Regeneración bioquímica: El descanso promueve la eficiencia sináptica, el lavado linfático, la síntesis de proteínas, la neurogénesis, la restauración metabólica (por ejemplo, el glucógeno), el crecimiento (la secreción de la hormona del crecimiento alcanza su punto máximo durante el descanso), entre otros.

Función inmune: Restablecimiento de la función inmune o protección. Es una interacción compleja todavía en investigación.

Consolidación de la memoria: Los aprendizajes y necesidades de aprendizaje de la vigilia necesitan del sueño para consolidarse. Este parece facilitar la codificación de nueva información y además facilita el aprendizaje de tareas simples y las modificaciones del comportamiento.

Bienestar psicológico: La falta de sueño representa un riesgo para la alteración del estado de ánimo llevándolo a un estado más depresivo. Por añadir, los sueños ocurren en todos los estadios, aunque los de la fase REM son más vívidos.

El sistema nervioso autónomo (SNA), es el sistema de control de todos los procesos del organismo. Regula la frecuencia cardíaca, la digestión, la respiración, la secreción hormonal, etc. Fundamentalmente, es el sistema de control para todos los demás sistemas y desempeña un papel fundamental en la regulación del sueño fisiológico al influir en varios aspectos del mismo, incluyendo la transición entre las diferentes etapas del sueño y la regulación de las funciones corporales durante el sueño. El SNA se compone de dos substistemas: el sistema nervioso simpático (SNS) y el sistema nervioso parasimpático (SNP), que trabajan en conjunto para mantener, aumentar o disminuir la actividad de los diferentes procesos del organismo. En general, cuando estamos despiertos, el SNS es el que toma el mando, mientras que en el descanso el protagonista será el SNP, aunque hay fluctuaciones durante el día en la actividad entre ambos sistemas.

Para un sueño saludable, la correcta activación y mantenimiento del SNP es fundamental, ya que, si no se activa lo suficiente o suficiente tiempo durante el descanso, aparecerán las disfunciones o trastornos del sueño a los que dedicaremos una entrada.

El sistema nervioso integra múltiples señales neurológicas y hormonales a través de las cuales da una respuesta mediante el SNA en forma de regulación del ciclo sueño-vigilia (CSV). La alteración de esas señales conlleva a respuestas que alteran las funciones del organismo. Los principales reguladores del sueño son:

  1. Los ritmos circadianos: Es el reloj biológico interno que regula los ciclos diarios de sueño y vigilia. Su principal regulador es la luz y la oscuridad ambiental. 
  2. Hormonas: La melatonina es una hormona clave en la regulación del sueño. Es producida por la glándula pineal en respuesta a la oscuridad y ayuda a inducir el sueño. Otras hormonas, como la adenosina y diversas hormonas del estrés como el cortisol, también pueden influir en el CSV.
  3. Neurotransmisores: Varias sustancias químicas en el cerebro, como la serotonina, la dopamina, la histamina y el ácido gamma-aminobutírico (GABA), desempeñan un papel importante en la regulación del CSV. Variaciones en ellas influyen en la calidad del mismo y estas variaciones se ven influenciadas por diferentes variable, entre ellas las del siguiente punto.
  4. Factores ambientales y comportamentales: La temperatura ambiente, la exposición a la luz artificial, la actividad física, el estrés, la alimentación y la ingesta de sustancias como la cafeína y el alcohol pueden afectar significativamente la calidad y la duración del sueño.

La alteración de estos reguladores alterará la calidad del sueño, como por ejemplo, cuando trasnochamos. El organismo está diseñado para percibir integrar y evaluar diferencias en la intensidad de la luz ambiental a lo largo de un día de 24h, e interpretará que en el momento de menor exposición se acerca el momento de descanso. Si lo que sucede es que se enciende una pantalla (como el televisor o el teléfono), nos exponemos a sonido ambiente y luces (discoteca, bar) o nos quedamos estudiando hasta tarde, el cerebro tendrá dos informaciones opuestas e intentará integrar por un lado que la luz solar ha disminuido y por lo tanto es hora de dormir (ritmo circadiano) y otro lado recibirá informaciones contrarias (focos atencionales activos). Estos estados incoherentes desde el punto de vista sensorial pueden alterar la fisiología del sueño, especialmente cuando se mantienen en el tiempo o de forma recurrente. Lo mismo sucedería cuando estamos fatigados y en vez de dormir, nos activamos con cualquier otra tarea, ya sea trabajar, estudiar o realizar ejercicio.

En resumen, el sueño es un estado fisiológico necesario, compuesto de una arquitectura propia con cuatro fases en las suceden cambios fisiológicos a todos los niveles del organismo y que son alterables a través de malos hábitos del sueño, que a largo plazo, pueden conllevar a otras patologías.

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REFERENCIAS:

Lavigne, GJ., Cistulli, P.A., Smith, MT. (2020) Sleep Medicine for Dentists. An evidence-based overview. 2nd edition, Batavia, IL. Quintessence publishing. ISBN: 9781647240097

4 comentarios en «El sueño (Parte 1)»

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